Introspección.

Hoy os quiero hablar de un viaje. Un viaje que dura tres años, quizá un poquito más y termina en este preciso instante. Hace tres años decidí hacer las maletas e irme, por primera vez, de casa.

Me fui de Erasmus, a Roma. Fue la primera vez que estaba fuera de casa, que no vivía con mis padres, y como tal aproveché el año. Pero centrándome en un ámbito más académico me interesé sobretodo en las asignaturas de restauración, intentando aprovechar lo que esa ciudad y esa universidad podían aportarme.

Cuando acabó el año volví. Y aquí estaba otra vez, en Alicante, en casa de mis padres y en la misma universidad de siempre. Haciendo el tipo de proyectos que había hecho siempre. Decidí que no era eso lo que yo quería, que no era mi objetivo, y que me gustaba estar fuera de casa. Así que al acabar el año volví a hacer las maletas. Y me fui. A Madrid. Una ciudad nueva otra vez. Sola, lejos de casa, sin padres, y sin conocer a nadie.

En esta tercera etapa de mi viaje me encontré con un proyecto arquitectónico muy grande, el diseño de un parque, ni más ni menos. Una escala que fui incapaz de manejar y se me fue totalmente de las manos. Probablemente también la ciudad se me fue de escala. Aprendí muchas cosas, conseguí un trabajo y me llevé una gran experiencia. Sin embargo, no era mi lugar. Así que volví. A Alicante, otra vez. Y al llegar a casa me encontré… Con que habían colonizado totalmente mi espacio. No cabía en mi casa, ya no tenía hogar.

Lo que siempre había sido MI pared de MI mesa, en MI cuarto, ya no era MÍA. Era compartida. Mi hermana también necesitaba su espacio. Así que toca apretujarse y aprender a convivir. Y de ahí surgen las preguntas que me llevan al desarrollo del proyecto final de carrera.

¿Cómo y cuándo deja el hogar de serlo? ¿Por qué tengo que cambiar de vivienda, dejar mi hogar, al cambiar de vida? ¿Por qué no crece mi casa al crecer mi familia? ¿Por qué no se disgrega mi lugar de residencia al disgregarse las vidas que la ocupamos?

Todas estas cuestiones me hacían pensar en dos proyectos elaborados hasta el momento. Por un lado, un proyecto basado en el ocio doméstico donde se experimentaba con los modos en los que los usuarios vivían el espacio doméstico. Por el otro, un trabajo realizado en la asignatura de urbanismo en el cual comencé a experimentar con las viviendas flexibles. Probablemente ninguno de los dos sea el mejor trabajo, pero fueron los primeros acercamientos a esos puntos de interés.

¿Y ahora? Ya veremos donde acaba esto.

 

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